viernes, 18 de mayo de 2012


Poka-Yoke o ¿por qué cuando intento meter el pendrive no entra al revés?






No pocas veces que intentamos poner el lápiz de memoria en él USB del ordenador… logramos meterlo a la primera.

Siempre lo metemos al revés y nos enfadamos porque no entra.

“La inspección de la calidad puede perpetuar los defectos y convertirlos en un modo de vida. Es mejor la prevención.”

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Hasta en Facebook nos podemos encontrar una Fanpage “Odio cuando enchufo el USB al revés y no entra” con más de 42.000 seguidores y en aumento.

Pues esta tontería tiene su origen en Japón en un señor ingeniero llamado Shigeo Shingo en logro imponer la tolerancia cero a errores.

Si nos acordamos de la Ley de Murphy de que “Si algo puede entrar al revés seguro que entra”. Pues esto era alguno de los principales problemas que presentaban las empresas japonesas por los años 50.

Curiosamente hoy las distinguimos por su calidad, pero en aquella época su producción era nefasta.
Poka yoke y el control de calidad

A la hora de ensamblar y montar componentes se producían muchísimos errores. Lo que les llevo a tener que implantar un sistema de control de calidad.

Un ingeniero estadunidense Dr. W. E. Deming contribuyo a que su sistema de control de calidad fuera implantado en las empresas japonesas. De esa manera se controlaban periódicamente la producción de los productos y si no se cumplían ciertos estándares de calidad, evitaba que se incurriesen en perdidas. Lo que provocaba que se parasen producciones o destrucción de los productos que eran malos. Con la consiguiente merma de productividad.

Pues nuestro ingeniero japonés Shigeo Shingo fue más allá. Resulto que con severos controles a la hora de ensamblar los componentes, logro que no se pudiera montar componentes al revés. De esta manera tampoco se podía seguir montando el producto si en el paso anterior había algo mal montado o no instalado.

Logro que en su empresa la Toyota, se eliminasen los controles de calidad porque simplemente no eran necesarios. Basándose en la siguiente premisa “Sí tu producto final no puede llevar errores al montarlo, es simplemente inútil hacer un control”.

Poka-Yoke se convirtió en una manera fácil y económica de evitar errores. La tolerancia cero a errores se ha convertido en un precedente para mejorar el rendimiento de una empresa.

Producir bien cuesta siempre menos que producir mal. Evitamos perdidas por stocks defectuosos y grandes costes en controles de calidad.